Juan Rodríguez Juárez nació en la Ciudad de México en 1675. Es de suponer que, al igual que su hermano mayor Nicolás (1667-1734), recibiera su primera formación de su padre, Antonio Rodríguez (1636-1691/92). Las obras juveniles de Juan ostentan una influencia notable de las de su padre y su abuelo, José Juárez (1617-1661/62). Después su carrera tiende un puente entre el tenebrismo del siglo XVII y el barroco subsiguiente y los estilos rococó del siglo XVIII, en plena sintonía con las novedades europeas. Fue su versión de un estilo nacional mexicano la que se impuso en el siglo XVIII, gracias a su socio más joven José de Ibarra (1688-1756) y a Miguel Cabrera (1695-1768). Entre las imágenes más interesantes salidas de la América hispana se cuentan las pinturas mexicanas de castas, representaciones de las mezclas de razas que eran frecuentes en la sociedad colonial. La tradición de los cuadros de castas, surgida en las primeras décadas del siglo XVIII, se prolongó hasta el final del periodo colonial, con centenares de ejemplos conservados hasta el día de hoy. Seguía los sistemas populares de clasificación racial vigentes en la sociedad de la colonia, asignando un nombre a cada combinación de tipos raciales. Los cuadros de castas, como este lienzo de la Hispanic Society, se pintaban en series en las que cada mezcla de razas se plasmaba en las figuras de una pareja y su descendencia, y se rotulaba para información del espectador.
Se sabe que Rodríguez Juárez pintó una serie de castas para su cliente el virrey Fernando de Alencastre Noroña y Silva, duque de Linares, a quien retrató en 1717 (Ciudad de México, Museo Nacional de Arte, inv. 3180). Es probable que Linares pensara llevarla consigo a Madrid para enseñársela al rey Felipe V y su corte a modo de documento sobre la realidad social del Nuevo Mundo, pero falleció en la Ciudad de México el mismo año en que le retrató Rodríguez Juárez. Sin duda con ese fin se enviaron otras series a lo largo de todo el siglo, ya que la mayoría de las muestras conservadas están en Europa. En el cuadro de la Hispanic Society, un mestizo de ascendencia europea y amerindia se ha casado con una indígena mexicana, que aparece cubierta con un pañuelo plegado en la cabeza y un huipil lujosamente bordado. Su hijo, bien vestido y con peritas blancas en el sombrero, recibe el apelativo de «coyote» para significar esta concreta mezcla de razas. El mestizo viste de forma sencilla pero elegante, y sostiene en la mano derecha una tabaquera o caja de rapé de asta y en la mano izquierda el sombrero. La mano del sombrero parece descansar en algo que empuja la capa hacia arriba; es posible que Rodríguez Juárez quisiera indicar que lleva espada, el distintivo del caballero. En esta composición de la Hispanic Society las figuras se recortan en silueta monumental sobre el cielo y el muro de atrás, avanzando de derecha a izquierda con cierto aire de solemnidad.